La tecnología se ha vuelto parte integral de nuestra vida diaria, influyendo también en el rol de los padres. Desde los smartphones que entretienen a los niños hasta las aplicaciones que rastrean su progreso, la tecnología ha cambiado radicalmente la forma de ser padres. Un fenómeno que ha crecido en los últimos años es el llamado sharenting: la práctica de compartir fotos, videos e información sobre los propios hijos online, a menudo desde que están en el vientre materno.
Sin embargo, detrás de la alegría de compartir momentos especiales con amigos y familiares, se esconden riesgos importantes que cada padre debería conocer.
¿Qué es el sharenting?
El término sharenting es una combinación de las palabras inglesas “share” (compartir) y “parenting” (paternidad/maternidad). Indica la tendencia de los padres a publicar en redes sociales fotos, videos y actualizaciones sobre la vida de sus hijos. Aunque en apariencia parece una forma inocente de documentar el crecimiento de los niños y compartir momentos preciados, el sharenting conlleva peligros potenciales, particularmente cuando se trata de privacidad y seguridad.
Mientras muchos padres usan plataformas como Instagram y Facebook para mantenerse en contacto con familiares y amigos lejanos, la práctica del sharenting puede volverse problemática cuando deriva en oversharenting, es decir, el exceso de información compartida que expone a los niños a riesgos de los que a menudo no se es consciente.
Los riesgos del sharenting
Compartir imágenes e información sobre tus hijos puede parecer un gesto inocente, pero conlleva riesgos reales y concretos. Estos son los principales peligros del sharenting:
Violación de la privacidad
Uno de los riesgos más evidentes es la violación de la privacidad del niño. Cada foto, video o actualización publicada crea una huella digital que el niño no ha elegido y que podría no apreciar en el futuro. Aunque hoy no lo pensemos, los niños podrían avergonzarse o incluso resultar perjudicados por la divulgación de detalles íntimos o fotos personales cuando sean adultos.
Según algunas investigaciones, más del 75% de los padres han publicado fotos de sus hijos online durante sus primeros años de vida, a menudo sin considerar las implicaciones a largo plazo. En muchos casos, los niños no tienen ningún control sobre su imagen pública, y la información compartida hoy podría afectar su vida social y profesional mañana.
Robo de identidad
Otro riesgo significativo es el robo de identidad. Muchos padres no se dan cuenta de que, al compartir información como el nombre, la fecha de nacimiento o el colegio al que asisten sus hijos, ofrecen datos valiosos a cualquiera, incluidos posibles malintencionados. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar esta información para robar la identidad del niño, un problema que puede manifestarse muchos años después.
Las violaciones de datos son cada vez más comunes, y la información sensible compartida en redes sociales puede ser recopilada y usada para fines ilícitos. Este riesgo es particularmente preocupante cuando se trata de menores, quienes podrían no ser conscientes de las implicaciones legales o financieras de dichos robos hasta mucho tiempo después.
Permanencia de los contenidos digitales
Otro problema relevante es la permanencia de los contenidos online. Una vez que una foto o un video se publica, es difícil, si no imposible, eliminarlo completamente. Aunque el padre decida borrar la publicación, la imagen podría ya haber sido guardada, compartida o archivada en otros espacios online. Esto significa que los contenidos podrían permanecer visibles durante años, incluso pudiendo caer en manos de personas con intenciones maliciosas.
Esta permanencia es un aspecto que muchos padres descuidan. Pensar que una foto compartida hoy pueda resurgir en un contexto diferente, cuando el niño haya crecido, es un elemento que debería llevar a los padres a reflexionar más antes de publicar.
Exposición a depredadores online
Uno de los riesgos más graves del sharenting es la exposición a depredadores. Publicar imágenes de tus hijos en plataformas públicas puede atraer la atención de personas con intenciones peligrosas. Aunque los padres usen configuraciones de privacidad estrictas, las fotos pueden ser fácilmente copiadas y difundidas por terceros.
Además, los geoetiquetas, que a menudo acompañan las imágenes publicadas en redes sociales, pueden revelar la ubicación exacta del niño. Esto puede poner a los niños en riesgo de ser rastreados por desconocidos o incluso depredadores. Para reducir este riesgo, es fundamental desactivar el geoetiquetado en las fotos y tener cuidado de no revelar detalles específicos que puedan indicar la ubicación o la rutina diaria de los niños.
Impacto psicológico
Además de los riesgos relacionados con la seguridad y la privacidad, el sharenting puede tener un impacto negativo en el bienestar psicológico de los niños. Cuando los niños crecen, podrían sentirse incómodos o avergonzados por las imágenes o historias que sus padres han compartido sobre ellos sin su consentimiento. Además, podrían desarrollar una percepción distorsionada de su propia imagen pública, influenciada por la representación que los padres han creado online.
El fenómeno de los “me gusta” y las interacciones en redes sociales también puede inducir a los niños a valorar su propio valor según su popularidad online, generando ansiedad y presión social. Es importante recordar que los niños deberían tener control sobre su identidad digital y poder decidir qué compartir y qué no.
Cómo practicar el sharenting de forma segura
Aunque el sharenting conlleva diversos riesgos, hay maneras de minimizar los peligros y practicarlo de forma más segura. Aquí hay algunos consejos prácticos para los padres que desean continuar compartiendo momentos de la vida de sus hijos online:
Configura restricciones de privacidad
Controla las configuraciones de privacidad en todas las plataformas que uses. Asegúrate de que solo amigos y familiares cercanos puedan ver las publicaciones que se refieren a tus hijos. Evita hacer tus perfiles públicos y permitir la redistribución de las imágenes.
Evita detalles personales
No compartas información que pueda permitir a extraños identificar o localizar a tus hijos. Evita publicar fotos que muestren el colegio al que asisten, su rutina diaria o los lugares que frecuentan regularmente.
Pide el consentimiento a tus hijos
Si tus hijos son lo suficientemente mayores como para comprender qué significa publicar una foto en redes sociales, pide su permiso antes de hacerlo. Incluirlos en la decisión no solo demuestra respeto por su privacidad, sino que también les enseña la importancia de gestionar su identidad digital de forma consciente.
Usa plataformas seguras
Si deseas compartir fotos de tus hijos con amigos y familiares, valora el uso de plataformas seguras, como aplicaciones de mensajería cifradas, que ofrecen mayor control sobre la distribución de las imágenes. Esto reduce el riesgo de que las fotos caigan en las manos equivocadas.
Limita la compartición
Evita publicar fotos embarazosas o demasiado íntimas de tus hijos. Fotos inocentes, como las del baño, podrían ser fácilmente malinterpretadas o, peor, usadas para fines ilícitos por personas malintencionadas.
El sharenting es una práctica extendida que ha cambiado la forma en que documentamos y compartimos la vida de nuestros hijos. Sin embargo, los padres deben ser conscientes de los riesgos que conlleva y tomar medidas para proteger a sus hijos. Respetar la privacidad de los niños, limitar la compartición y considerar atentamente las implicaciones futuras son pasos fundamentales para garantizar que el sharenting no tenga consecuencias negativas en su bienestar y seguridad. Piénsalo bien antes de publicar la próxima foto: podría acompañar a tu hijo toda la vida.
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