La Web3 es la tercera generación de la web que usamos a diario. Funciona gracias a las cadenas de bloques (blockchain) y, por ello, debería garantizar a los usuarios la máxima libertad de uso, quitando a las grandes tecnológicas la posibilidad de controlarla. Así es como funciona y cómo podría evolucionar en el futuro.
Web3 entre IA y ciberseguridad
Evolución y potencial de la Web3: La Web3 representa una nueva generación de la web basada en blockchain, destinada a descentralizar el control de los datos y las transacciones, prometiendo mayor seguridad y autonomía para los usuarios. No es solo una evolución de la web actual, sino un cambio fundamental que utiliza inteligencia artificial y tecnologías como criptomonedas y contratos inteligentes.
Desafíos y oportunidades: A pesar de los avances tecnológicos y el creciente interés, la Web3 debe afrontar desafíos significativos, como la integración en los sistemas existentes y las implicaciones para la ciberseguridad. El control descentralizado podría contrarrestar a las grandes corporaciones y transformar las propiedades digitales y las identidades online, pero también plantea nuevas amenazas de ciberdelincuencia.
Integración con la IA y la ciberseguridad: La integración con la inteligencia artificial generativa y la expansión de la ciberseguridad son cruciales para el futuro de la Web3. Las tecnologías blockchain podrían apoyar la transparencia y la trazabilidad en los procesos de IA, mientras que la ciberseguridad se vuelve esencial para proteger las nuevas infraestructuras digitales, destacando la necesidad de formar expertos capaces de navegar estas nuevas dificultades.
Web3 es un término que se refiere a una nueva generación de la World Wide Web basada en la tecnología blockchain, que busca descentralizar el control que las grandes empresas tecnológicas tienen sobre los datos y las transacciones online. El objetivo de la Web3 es crear un internet más abierto y seguro, donde los usuarios puedan tener mayor control sobre sus datos y sus interacciones digitales.
Esta tecnología aún está en fase de desarrollo y adopción, pero muchas aplicaciones y plataformas ya están utilizando los principios de la Web3, como:
- Criptomonedas
- Contratos inteligentes
- Aplicaciones descentralizadas o DApps
- El interés por la Web3
- De la Web1 y Web2 a la Web3
- Web3: es la web semántica
- La tecnología Web3 continúa desarrollándose y madurando
- Web3: implicaciones para la ciberseguridad
- Propiedad intelectual de los sitios protegidos por la blockchain principal
- La Web3 y la imposibilidad de controlar los sitios web
- Los desarrollos futuros de esta innovativa tecnología
- Integración entre Web3 e inteligencia artificial generativa
- Lenguajes de programación e inteligencia artificial para trabajar en Web3
El interés por la Web3
La comunidad tecnológica y los inversores están mostrando un gran interés por la Web3, destacando su potencial para transformar varios sectores.

No se trata de un tema reciclado o una configuración del servidor web, no se trata de la típica estratagema publicitaria ni mucho menos de la habitual tecnología “cosmética” para sitios web: cuando hablamos de Web3 estamos hablando de la innovadora tecnología que se asoma en el horizonte, una tecnología que revolucionará completamente el concepto de libertad de expresión en Internet y la imposibilidad de bloqueo por parte de las autoridades que “regulan la navegación” en la superficie de la “web normal”, es decir, la web indexada por los rastreadores web, arañas o robots.
La Web3 será la publicación de un sitio web o una identidad dentro de un bloque situado dentro de una blockchain, que será alojada en millones de “billeteras”, impidiendo obviamente la eliminación, el bloqueo e impidiendo la falsificación de ese determinado bloque, de ese sitio web o contenido.
De la Web1 y Web2 a la Web3
Si entre los años 90 y los primeros años 2000 se hablaba de web1, es decir, una web estática compuesta por protocolos abiertos donde el único valor eran las visualizaciones, entre los años 2000 y 2020 se habló de la Web2, es decir, la web que todos conocemos donde se podía leer, escribir y relacionarse con otros a través de plataformas de terceros.
Web3: es la web semántica
La Web3, también llamada “web semántica” porque utiliza la inteligencia artificial, será la suma de las dos tecnologías anteriores, pero innovadora en sí misma, es decir, una web de propiedad absoluta de los usuarios en una Internet completamente no gobernada sino residente en una cadena de bloques.
Para no confundirnos, empecemos diciendo que la realidad I2P se basa en un nodo web que vive dentro de una VPN o red encriptada en la que viven sitios web, pero estos están centralizados, es decir, cada propietario tiene su propia web en su casa formando parte del anonimato total, por lo tanto, perteneciente a la Deep Web, mientras que la propuesta por Web3 viviría dentro de una blockchain.
La tecnología Web3 continúa desarrollándose y madurando
Ha habido avances significativos en la aplicación de la blockchain y la Web3, con un incremento de proyectos operativos en comparación con las simples experimentaciones.
La blockchain y la Web3 han visto un aumento de proyectos en 2024, con 298 nuevos proyectos censados, marcando un crecimiento con respecto a años anteriores. Las empresas están empezando a desarrollar proyectos concretos y operativos, indicando una maduración de la tecnología. Sin embargo, todavía hay incertidumbre sobre cómo exactamente la Web3 se integrará en los sistemas existentes, ya sea a través de la distribución gratuita en sus computadoras o a través de plataformas centralizadas online.
Las stablecoins bajo el reglamento MiCA y otras herramientas de la Web3 están ganando terreno, con un crecimiento significativo en su capitalización y en los volúmenes de intercambio. A pesar de ello, la integración de la Web3 a nivel de consumo y empresarial todavía está en desarrollo, con muchos sectores que aún deben explorar completamente el potencial de estas tecnologías.
Web3: diferencias con el Peer-to-Peer y el I2P
Para el P2P o Peer-to-Peer fueron años felices antes del Bitcoin en los que a través de software como eMule compartíamos toneladas de recursos, descentralizando sus posiciones. Pero incluso esta tecnología no tenía relación con la de las blockchains. Bitcoin trabaja mediante tecnología blockchain, es P2P pero no incluye nada más que a sí misma.
Además, podemos pedir que no se confunda Web3 con web 3.0, porque de la Web3 ya estamos hablando y va mucho más allá, ya que es un conjunto que también incluye la web 3.0 que se relaciona con los módulos de Ethereum. Por lo tanto, en sí misma, la web 3.0 es un gran proyecto relacionado con Ethereum.
La Web3 podría hacer funcionar su núcleo de la misma manera que las criptomonedas Proof-of-Stake generando “tokens de recompensa” a través de tokens o NFT como los del Metaverso de Facebook, para desarrollar en sí misma y en su interior su propia economía.
Todo esto en contraste con las grandes corporaciones que hasta ahora han hecho depender a los usuarios de sus servicios. De este modo, hemos ilustrado la diferencia entre Web2 y Web3, donde el protocolo IPv6 juega un papel fundamental con la descentralización.
A la luz de lo explicado, se vislumbra la lentitud legislativa aún en el intento de regularizar el mundo de las criptomonedas y las realidades web con su habitual velocidad: como decir que esta velocidad tecnológica es “agua que se escapa entre las manos” a las legislaciones. La imposición del dólar como moneda de referencia mundial atasca a las legislaciones a correr solo detrás de material que tenga un valor de “confianza” hacia las monedas “FIAT” (fiduciarias), dejando de lado el verdadero valor del camino de la velocidad de la tecnología.
Web3: implicaciones para la ciberseguridad
Los tiempos que vendrán, además de ver las guerras de derecho geoestratégico entre las superpotencias, verán un desplazamiento de las propiedades de los grandes gestores y corporaciones hacia las pertenencias certificadas por firmas digitales dentro de las cadenas de bloques.

Si hoy se necesita demostrar que una determinada propiedad te pertenece porque has depositado los documentos en un notario, mañana será la cadena de bloques el ente encargado de dicha certificación.
Este tipo de digitalización de las certificaciones desplazará el cibercrimen cada vez más hacia un intento de sustracción de hashes privados de una determinada blockchain para poder acceder a determinados contenidos que ahora es simplemente posible robar rompiendo o eludiendo una serie de cortafuegos. Los ciberdelincuentes se trasladarán, por lo tanto, hacia una especialización en la manipulación de las cadenas de bloques para poder tomar posesión de ese IoT o de ese sitio web.
¿Nos estamos moviendo, por lo tanto, cada vez más de un período de supremacía geopolítica a uno de tecnopolítica? Así como los estados compuestos geográficamente de desiertos, una vez muy pobres, hoy son de los más ricos del mundo por ser extractores de petróleo, mañana los estados serán cada vez más valorados por sus conocimientos, por lo que las fugas de cerebros serán condenadas como hoy se hace con el tráfico ilegal de oro. La ciberseguridad vive dentro de la cabeza de los informáticos, la fuga de cerebros desde el interior de un estado que debe vivir de Web3 es mortal para el futuro de una nación.
Desde luego, para la ciberseguridad del mundo de hoy, poseer las transacciones validadas dentro de las cadenas de bloques hace que se pueda respirar aliviado. Para la ciberseguridad del mañana será un desafío que vencer.
La necesidad de mano de obra especializada será cada vez más necesaria, las empresas tendrán que saberse quedar con personas capaces de realizar determinados trabajos, de lo contrario, las batallas para las empresas serán irremediablemente perdidas.
Propiedad intelectual de los sitios protegidos por la blockchain principal
Si hacemos un breve resumen de las diferencias entre lo viejo y lo nuevo que vendrá, observamos que la información personal que ahora está controlada de forma centralizada pasará a estar controlada por el usuario; que las monetizaciones pasarán del control de la plataforma al control del usuario como ya ocurre en el caso del navegador web Brave: la privacidad que actualmente da tanto quebradero de cabeza, en el futuro será absolutamente controlada por defecto por el usuario final.
La identidad digital que hoy se encuentra centralizada pasará a ser una identidad segura porque es permanente dentro de la cadena de bloques. Y para terminar, la publicidad que hoy se gestiona en función del registro de las actividades del usuario, en el futuro será opcional con lo que ello conlleva. A este punto es fácil deducir que, por consiguiente, la propiedad intelectual de los sitios estará irrevocablemente grabada dentro de un bloque de la cadena.
Para poner un ejemplo sobre la publicidad, el navegador web Brave permite al usuario decidir si quiere o no ver la publicidad y, en caso afirmativo, paga al usuario por ello con tokens de tecnología ERC-20 llamados BAT.
Por el contrario, actualmente plataformas como YouTube deciden si se monetiza o no los vídeos publicados. No entro en el mérito de tales decisiones unilaterales que muchos ven como una forma de represalia contra el usuario final: véase, por ejemplo, lo que sucedió a las cuentas del expresidente de EE. UU., D. Trump. Las propiedades intelectuales de los sitios estarán permanentemente escritas en los bloques, por lo que las decisiones del usuario serán irrevocablemente propias.
La Web3 y la imposibilidad de controlar los sitios web
En lo que respecta a la identidad, hoy podemos utilizar identidades compartidas como las de Google o Facebook para identificarnos en muchos sitios, en el futuro las identidades acuñadas dentro de la cadena de bloques ya no pertenecerán a estos colosos que las gestionan, sino irrevocablemente a sus usuarios.
Algunos proyectos ya en línea como Civic, Cardano y otros ya están activos intentando construir este tipo de identidades digitales acuñadas dentro de los bloques, mientras que algunas redes sociales como Twetch y Voice ya están intentando trabajar en la construcción de redes sociales basadas en blockchain.
Los organismos de control tendrán que aceptar que ya no será tan sencillo tener el control de los sitios web, oscureciendo a voluntad lo que no les conviene: los organismos reguladores tendrán que aprender a perseguir cada vez más las tecnologías para no ser sorprendidos por el nuevo modus operandi de la Web3.
Por el contrario, la Web3 ofrece un lado oscuro y maligno en lo que respecta al control de la población. Algunos gobiernos totalitarios podrán idear sistemas de control de los ciudadanos y aplicar las cadenas de bloques para no ser desenmascarados por los sistemas garantes y aquí la nueva ciberseguridad jugará un papel fundamental. Habrá empresas que construirán su facturación en el desarrollo de sistemas de uso personal para contrarrestar los abusos de los gobiernos invasores.
Crear bloques o muros telemáticos para evitar la entrada en ciertos países
Quién sabe, quizás la parte más emocionante de esta publicación reside en el papel fundamental que jugarán las inteligencias artificiales dentro de la gestión de estas cadenas de bloques. Quién sabe, quizás determinadas puertas de una billetera que utiliza los datos de las cadenas de bloques occidentales se harán pasar por territorios no controlados pero a su vez bloqueados por las diversas inteligencias artificiales de las diversas facciones políticas.
Hoy, por ejemplo, ya es una realidad que muchas redes sociales se bloquean en zonas de régimen político diferente al nuestro.
Cuando antes se hablaba de web semántica se hacía referencia al papel indiscutible que juegan hoy las inteligencias artificiales en la interpretación para la búsqueda dentro de la web.
La búsqueda semántica se caracteriza por saber entender exactamente qué busca el usuario basándose en la forma de escribir una frase y de interpretarla y no solo en las palabras escritas dentro de la frase.
La parte del protocolo se vuelve indispensable, ya que es imposible pensar en todo lo ilustrado sin una fuerte intervención del IPv6. Las semánticas se aplicarán no solo a la búsqueda de contenido, sino también a la identificación de puntos de red IoT para poder interactuar directamente con los dispositivos sin pasar por encaminamientos farragosos y DNS lentos de la red.
Un ejemplo que explica esta última afirmación es el de la realidad aumentada que permite interactuar con un punto IoT simplemente a través de unas gafas inteligentes. Dicho esto, resulta inevitable dar una determinada importancia a la capa blockchain. Hoy ya existen proyectos en marcha que tienen como objetivo interconectar entre sí todas las blockchains principales, véase, por ejemplo, los proyectos Cosmos y Polkadot.
Se prevé que para el año 2030 aproximadamente cien mil millones de dispositivos estarán conectados a Internet, por lo tanto, tendremos más de diez dispositivos conectados a Internet por cada ser humano en la tierra.
A este punto podemos afirmar que será casi imposible crear bloques o muros telemáticos de ningún tipo alrededor de la Web3.
Los desarrollos futuros de esta innovativa tecnología
Cuando hablamos de “límites”, lo traducimos con la imposibilidad legislativa de regularizar las nuevas tecnologías debido a la velocidad tecnológica. Esto no significa que las criptomonedas o las blockchains sean criminales, simplemente se habla de la lentitud natural legislativa incapaz de correr detrás de los cambios.
Si hoy nos dirigimos a las oficinas competentes solicitando la apertura de un número de identificación fiscal para la creación de una empresa de desarrollo de Web3, nos responderán que actualmente no existe un código ATECO para dicha actividad y nos invitarán a crear dicho número de identificación fiscal como una simple empresa de software. Está bien, pero a pesar de ello, la clasificación de empresa de software es un término ambiguo y en algunos casos engañoso para ciertas actividades de desarrollo: la nomenclatura no refleja la actividad empresarial real.
El conjunto Web3 incluye el subconjunto web 3.0 y, por lo tanto, está íntimamente ligado a las tecnologías ERC-20 y Ethereum. Esta será la verdadera prueba, ya que hoy para publicar un NFT es necesario disponer de una cierta cantidad de criptomonedas para “pagar” el “gas” necesario para ejecutar las transacciones.
Un artista que se propone vender sus creaciones a través de tokens Meta o NFT ya se encuentra en un entorno inflacionario donde solo para empezar a moverse se necesitan considerables cantidades de criptomonedas. “Cuesta demasiado”, así se podría resumir el actual freno de esta tecnología, no es sencillo adaptar la demanda del mercado dentro de un Metaverso con los bolsillos del ciudadano común, esto hace que estos universos paralelos sean inaccesibles para muchos.
Se habla mucho de democracia cuando el mercado lo quiere todo, y se habla mucho de Metaverso cuando será solo para unos pocos poderosos. He aquí el verdadero desafío: el riesgo de permanecer para siempre “en el límite”.
Integración entre Web3 e inteligencia artificial generativa
2025 representa un año de importantes avances en la integración entre Web3 y la inteligencia artificial generativa (IA). Hay varias tendencias clave que están dando forma a esta sinergia, entre ellas:
- Razonamiento IA y Web3: A medida que avanzan los modelos de inteligencia artificial, el razonamiento se convierte en una capacidad fundamental. Web3 puede proporcionar la trazabilidad y la transparencia necesarias para verificar los procesos de razonamiento de la IA a través de registros inmutables en la cadena.
- Datos sintéticos y Web3: La generación de datos sintéticos es un proceso altamente paralelizable que podría beneficiarse de las redes descentralizadas que ofrece Web3, creando una economía de datos de IA descentralizada.
- Inferencia descentralizada: Mientras que la destilación de modelos de IA crea versiones más ligeras y especializadas, Web3 podría facilitar mercados de inferencia descentralizados utilizando estas versiones compactas.
- Evaluaciones de IA transparentes: Las pruebas criptográficas basadas en blockchain podrían mejorar la transparencia en las evaluaciones del rendimiento de los modelos de IA, reduciendo la dependencia de declaraciones empresariales no verificables.
Estos desarrollos muestran un creciente interés de las empresas italianas por la inteligencia artificial generativa, con el 40% de las empresas que ya han adoptado esta tecnología y un 54% adicional que planea invertir en ella en los próximos tres años.
Lenguajes de programación e inteligencia artificial para trabajar en Web3
Nos gustaría hacer una propuesta a las empresas, pidiendo cada vez más desarrollo ético con lenguajes de programación como, por ejemplo, Solidity, apuntando a la calidad hacia el ahorro, que refleja un bajo consumo de recursos naturales de la tierra (léase gas consumido por Ethereum) y apuntando responsablemente y con mucha atención hacia la ciberseguridad, ya que estas nuevas fronteras abren las puertas a problemas relacionados con la seguridad.